Ubicada en la provincia de La Rioja sobre la ruta nacional 76, Villa Unión es una pequeña pero acogedora localidad de tierra colorada, todavía con aires de pueblo dormido. Gente mestiza mayoritariamente, donde luego del turismo la segunda actividad es la olivicultura.
Apenas desviada unos pocos kilómetros de la ruta 40, Villa Unión se ofrece al turista como la mejor alternativa para alojarse en esta zona donde el cuyo se junta con el NOA en un marco de paisajes alucinantes. Cuenta con una correcta infraestructura de cabañas, hoteles y restaurantes regionales.
Como atractivo principal, a 60 km se encuentra el Parque Nacional Talampaya, y muy próximo a éste el Valle de la Luna sanjuanino.  Ambos impactantes y de enorme belleza natural.
Pero hay algunos otros secretitos por esta zona que bien merecen la pena ser visitados. Por un lado, la Cuesta de Miranda: asfaltada desde hace unos años, es una de los caminos sinuosos más lindo de la ruta 40.
Por otro lado, los más aventureros deben visitar la Laguna Brava, donde no solo la laguna en sí es espectacular, sino todo el camino hasta ella. La inmensidad, paisajes lunares y la diversidad de colores, hacen que esta excursión quede para siempre en nuestros recuerdos.
Hay algo que se debe tener en cuenta: la altura.  Se llega a estar a 4.300 metros, por lo que se recomienda desayunar liviano y acostarse temprano la noche anterior.
Excursión a la Laguna Brava: contratamos una excursión en caravana, manejando nuestro propio auto y siguiendo a un guía que se comunicaba con nosotros vía walkie-talkie. Uno va aprendiendo durante las diferentes paradas sobre la flora y fauna, formaciones naturales, origen de los colores. Además, se aprende algo de historia ya que originalmente el camino se usaba para comercializar ganado hacia Chile, por lo que se pueden visitar varios refugios de piedra de la época de Sarmiento.  Lo más notable es como el paisaje va cambiando durante todo el recorrido. Con un poco de suerte podrán ver flamencos y vicuñas, bien característicos de la puna. Realmente, una experiencia sensacional y poco turística en comparación con otros destinos más comerciales.
Por último, imposible no nombrar al Cráter del Inca, sin duda uno de los lugares más increíbles de Argentina. Accesible si uno continúa camino desde la Laguna Brava en los confines de la Cordillera de los Andes. Zona de los volcanes más altos del planeta, una camioneta 4x4 es necesaria para este recorrido.  Llegar hasta el mismo borde del Volcán Corona del Inca para observar su cráter, donde se encuentra una laguna de color azul intenso. Todo esto enfatizado por la altura (ahora estamos hablando de 5.500 metros). Rodeado de volcanes nevados. La inmensidad misma, una aventura formidable, única e inigualable.