A la hora de elegir qué hacer en Bariloche, lo primero que viene a mi mente son los colores de los lagos inmensos de la provincia de Río Negro. Uno de mis lagos preferidos es el Gutiérrez, ya que desde la ruta tiene muchas bajadas para sentarse en alguna playita, olvidarse de que existe el mundo y conectarse con la naturaleza por completo. Y por qué no, hacer un picnic a orillas de sus aguas esmeraldas, mientras el arrullo de la corriente nos relaja profundamente.

Se llega allí por la mítica ruta 40, en dirección sur, camino a El Bolsón. Nosotros fuimos en auto, pero la ciudad también ofrece la posibilidad de acercarse en transporte público mediante la línea 50 de colectivo, que tiene mucha frecuencia. ¿Un tip? La tarjeta SUBE es aceptada en Bariloche, así que si la tenés, llevala bien cargada porque le vas a dar buen uso.

La ruta 40 está en excelentes condiciones y muy bien señalizada (al menos en ese tramo), te va a resultar muy simple ubicar el lago Gutiérrez. En auto está aproximadamente a media hora del centro de la ciudad. En verano, el camino está salpicado de lupines en flor, una especie nativa de la zona, y sus tonos lilas y rosados alegran la vista. Mi lugar favorito para hacer un picnic es frente al Cerro Catedral que se levanta inmenso y majestuoso del otro lado del lago. Ahí te olvidas de barbijos y alcohol en gel mientras te dejás llevar por el sonido del viento y te empapás los ojos de verde. Siempre me llevo conmigo la basura que genero, así cuando otros lo visiten, lo van a encontrar tan lindo como cuando yo lo disfruté.

Después de este plan, podés volver a la ciudad o seguir por la ruta a continuar descubriendo más maravillas de esta hermosa provincia.