A más de uno le debe haber pasado que los demás pregunten cómo hacen los veganos para viajar sin pasar hambre, e incluso llegan a afirmar que es imposible o muy difícil hacerlo. Nada más lejos de la realidad. La planificación es la clave y tampoco requiere demasiado tiempo hacerla. Y lo decimos nosotros que a veces nos colgamos en averiguar de lugares y estamos a último momento preguntando o revisando en Google.
Si bien en algunas ciudades puede costar un poco más, las opciones veganas cada vez son más comunes. Hasta hace un par de años en Salta (tanto en el interior como en Capital) costaba encontrar restaurantes que las tuvieran o incluso había varios pero que desconocían que sus platos eran aptos para veganos. Por experiencia siempre recomendamos que detallen lo que es un plato vegano porque muchas veces las personas no saben que los lácteos o la grasa vacuna se excluyen, incluso algunos pueden llegar a ofrecerte pescado (nuestras condolencias para quien debió escuchar esa oferta). Pero… ¡afortunadamente en Cachi es posible comer vegano y muy rico! No diremos que es muy barato porque sentarse a comer en un pueblo tan turístico no es lo más económico del mundo, pero es accesible y se disfruta mucho. ¡La relación precio-calidad es muy buena! Pero veamos las opciones que hay, porque para cada preferencia y presupuesto hay diferentes opciones.

Quizás el restaurante que más frecuentan los veganos y vegetarianos que visitan Cachi sea Viracocha, y por eso fue nuestro elegido siempre, además de que su ubicación en la plaza principal lo deja cerca de la mayoría de los lugares de hospedaje. El restaurante  se caracteriza por preparar platos andinos, utilizando ingredientes como la quinoa, así que si tienen ganas de probar algo rico y diferente Viracocha es un muy buen lugar. Los platos son abundantes  y el precio responde muy bien a la relación calidad-precio: podríamos decir que no es caro. Además sirven entradas muy ricas, como escabeches, que incluso se pueden  negociar como plato principal o combinado con otras guarniciones (nosotros hicimos eso cuando ya no nos quedaban opciones veggies por probar). Claro que esto aplica solo si son amantes del escabeche, de lo contrario a la hora de la entrada solo podrán disfrutar del rico pan casero que sirven. Y ojo con llenarse con esto porque, como ya mencionamos, los platos son grandes y la mayoría son con cereales integrales con bastante fibra, así que la saciedad está asegurada. Pueden disfrutar de sopas, risottos, salteados, todo depende de que tanta hambre tengan y qué sabores quieran probar. Un dato a tener en cuenta es que ofrecen platos vegetarianos, no veganos, pero se solucionan omitiendo el queso y/u otro ingrediente de origen animal. Todo se puede charlar con los mozos o el cocinero, son personas muy amables que pueden además ofrecerte algún plato que combine las mejores guarniciones. Además las comidas se pueden acompañar de riquísimas cervezas artesanales o, si son más sanos o les toca manejar (recuerden que en Salta rige la ley de tolerancia cero al alcohol), pueden pedir exquisitos jugos de fruta fresca.

Otro lugar imperdible, o por lo menos en el caso de que  quieran visitar un restaurante hermoso con una vista espectacular para comer mirando las montañas y los viñedos, es la Bodega Puna. Allí pueden servirles salteados de verduras muy ricos y además tienen locro vegetariano. Y si les gusta probar diferentes variedades de vinos, éste es el lugar ideal. Incluso el camino hacia la Bodega ya es un espectáculo. Los precios son muy buenos, un poco más baratos que en Viracocha (o al menos esos precios manejaban durante el período de turismo interno) y realmente vale la pena visitarla.

Por otro lado, si prefieren cocinarse ustedes mismos ya sea por cuestiones económicas o las que fueren, deben saber que por suerte Cachi es la cuna de muchos alimentos. En el mercado, que se encuentra a solo cuadras de la plaza principal, pueden conseguir los ingredientes perfectos para un potente guiso, una deliciosa sopa  o  una ensalada por si el día está caluroso. Pueden comprar maíz de diferentes variedades, como el morado o aquellos que dienten granos de colores distintos entre sí, papines andinos, habas, quínoa, muchas verduras y especias (como el famoso pimentón ahumado de Cachi cuyo sabor es irreproducible). Y si no van a cocinar o no pueden hacerlo donde se hospedan de todos modos les recomendamos ir al mercado y comprar estos alimentos porque son riquísimos y no se consiguen en cualquier lugar. ¡Tremendos platos pueden armarse cuando lleguen a sus hogares!

Sin duda alguna en este pueblo pueden pasar varios días probando novedosos platillos y experimentando con nuevos ingredientes en la cocina. Y esto aplica a veganos y no veganos, ¡anímense a probar nuevos sabores!
En este video mostramos lo que fueron nuestros días degustando platos en Cachi:

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Somos Flor y Juli, de “Manchas de Jaguar”. ¡Esperamos que les haya gustado!