La meca de las ballenas

Puerto Pirámides

Siempre hay un lugar al que queremos volver una y otra vez. Ese destino que alguna vez dejó una huella dentro nuestro. Esa playita que nos hace suspirar incluso después de haberla visitado hace tiempo atrás y que nos genera nostalgia. Para mi, ese rincón del mundo es Puerto Pirámides.
Mis viejos tenían la costumbre de empacar algunas cosas de camping, armar una camita improvisada para mi y mis hermanos en la parte de atrás del Fiat 147 y agarrar ruta, casi siempre al sur. Viajes con muy poco presupuesto, pero no por eso menos divertidos o aventureros. La fecha de partida era en marzo o abril, luego de una temporada estival de muchísimo trabajo en Mar del Plata. El calor todavía se sentía en las largas horas de ruta que nos separaban de nuestro destino: 1200 kilómetros aproximadamente.
El camping municipal de Puerto Pirámides era el hotel perfecto. Nuestra carpa, el refugio ideal ante los fuertes vientos del sur.  Del otro lado del médano a través de un camino rústico, una increíble playa de cara al Golfo Nuevo.
Puerto Pirámides es localizado dentro de la Península de Valdés, declarada Patrimonio Natural por Unesco desde 1999, y es considerado uno de los mejores puntos del planeta para realizar avistajes de la Ballena Franca Austral. Ellas migran desde las aguas frías antárticas donde se alimentan principalmente de krill hacia aguas templadas y calmas para poder reproducirse, buscando refugio para sus crías. Asimismo, el buceo es la segunda actividad con mayor importancia turística de la zona. Enclavado en la Península de Valdés, se convierte en un imperdible de la Costa Argentina. Pingüinos, ballenas, lobos marinos, orcas, delfines, aves, son parte de la variedad de fauna que convive en la zona y que atraen a miles de visitantes cada año.
Con la calma de la noche solíamos escuchar las ballenas. Atravesábamos el médano hacia la playa y buscábamos alguna mínima señal de ellas en la oscuridad de la noche y la inmensidad del mar. De día, caminábamos largas horas por la playa, bordeando los acantilados. La actividad diaria era recolectar piedras y caracoles para luego, al final del día, regresarlos al mar. El área tiene un alto valor geológico con presencia de acantilados, playas arenosas y de canto rodado. La erosión del viento y del mar hacen lo propio con el correr de los años.
Un lugar para el encuentro con la naturaleza. En donde los pobladores locales buscan la conservación del destino y el desarrollo de la actividad turística bajo conceptos de sustentabilidad ambiental. El Centro de Interpretación Istmo Ameghino, localizado al ingreso de la Península de Valdés, tiene como rol fundamental informar sobre el valor ecológico de la región, promoviendo el equilibrio entre las especies animales, humanas y el medio ambiente. Además fomenta la observación pasiva de la fauna.
Con innumerable cantidad de actividades recreativas, tanto acuáticas como terrestres, Puerto Pirámides representa un destino imperdible desde cualquier punto de vista. Se encuentra dentro de la Reserva Faunística Integral Peninsula de Valdes y es necesario abonar un único ingreso al área protegida.
El contraste del terreno, el clima árido y el mar azul es un recuerdo que nunca se podrá borrar de mi memoria. 

FOTO GENTILEZA DE @ar.travellers