Los viajes son pequeñas vidas

Tengo la teoría que las parejas que "funcionan" bien en situación de viaje, van a andar bien en la vida. Y pareja que no anda bien en el viaje, vuelve y se separa.
Un viaje es un trailer de la vida.
Si le prestás atención y te conectás con lo que vas pensando cuando vas caminando solo por la montaña, probablemente encuentres un buen sendero de la vida. O, al menos, tendrás un buen año, una buena temporada.
Si en un viaje en pareja prestás atención y te conectás realmente con el otro, muy probablemente logres afianzar, fortalecer y crear ciertas raices buenísimas posta.
Situación:
Yo ya había venido a El Chaltén con un amigo y había quedado fuertemente enamorado (del Chaltén, no de mi amigo). Pero fuerte, nivel emoción de piel de pollo y ojos llorosos al contar estos lugares a otras personas. Y ahora quería que Barbi se enamorara como yo de este lugar. Planifiqué y diagramé todo el itinerario, super completo, impresionante, para impactarla.
Si vieran ese itinerario. Tenía todo. Demasiado.
Enorme error: querer hacer que el otro se enamore de lo que uno está enamorado. Hasta forzarlo, diría.
Estalló al tercer día eso, después de subir por las rocas 4hs, por un no-camino clandestino a Laguna Sucia.
No le va a caber subir 5hs de piedra a Loma de Las Pizarras, o ascender a Cerro Madsen a 1.800mts, o 5hs al Paso del Cuadrado. A mi me vuelve loco subir montañas corriendo y bailar allá arriba en la punta panorámica. Voy a cualquier lugar y allá más lejos hay un cerro mas, y... te lo quiero subir, muy manija.
Su cara se enamora más de la playita en medio del bosque y con agua verde y turquesa del Lago del Desierto, que en la punta tremendamente panorámica de la Loma del Pliegue Tumbado. Le gusta mas lo "hermoso" que lo "impresionante". Esa es la definición, la diferencia simple y exacta: hermoso/impresionante. Estoy escribiendo esto en la orilla del Lago del Desierto, y es realmente hermoso.
Ahí está el punto, el instante de conexión en, por ejemplo, una pareja. Puede ser caminando en silencio por el bosque, o charlando comiendo sánguche de jamón y queso mirando una laguna.
Pero lograr percibir, escuchar, leer, identificar qué es lo que quiere y de qué puede enamorarse la otra persona, es ganar.
Esa negociación eterna, que puede durar toda una vida conyugal, de ir encontrando "puntos medios", acuerdos... en modo viaje los podés encontrar resumidos en pequeñas postales.
"Bajarse" de lo que uno quiere, de lo que uno pretende, suena a derrota. Hacerlo en pos de haber encontrado algo que emocione a la otra persona, y encima poder dárselo, es un enorme triunfo.
Creo que sólo caminar 6hs por el bosque te da esa posibilidad. Escucharte, escucharla, repensar, sincerar, respetar, tolerar.
Te banco que quieras estar sentada frente a esa laguna, mirándola. Y vos bancame que mientras voy un ratito hasta aquel cerro de allá y lo subo corriendo desesperado como un imbécil.
Ese "punto medio" es Laguna de Los Tres: tenés que subir 5hs, 10km, 1.200 mts de altura, si, pero allá arriba hay una laguna que es hermosa e impresionante a la vez. Vos podés quedarte en la orilla turquesa viendo el glaciar o el Fitz Roy, tratando de entender cómo nacen las nubes de él. Mientras yo voy corriendo con la camarita hasta arriba de aquellas piedras como un nene. Ese lugar es todo junto.
Escuchá cualquier pensamiento que tengas caminando por ese bosque, anotá cualquier idea que tengas sentado mirando esa laguna. Confiá en cualquier propuesta que se te ocurra en Laguna de Los Tres.

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