Un paseo por Hanoi

En nuestro viaje vimos que la vida en Asía pasa mucho más en la calle de lo que estamos acostumbrados, pero probablemente en ninguna ciudad lo notamos tanto como en Hanoi.

En las pocas cuadras que nos alejaban del hostel cruzamos mercados que cortaban las calles repletas de motos, un par de cafecitos hermosos con un montón de personas hablando, fumando o tomando algo, puestos de comida y hasta peluquerías.

Al llegar al hostel la puerta estaba llena de cocos que vendían y otro cafecito. Subimos a la habitación por escaleritas mínimas y el hermoso bullició de la ciudad desapareció.

Hanoi fue la capital de Vietnam del Norte y la actual capital desde la unificación una vez terminada la guerra.

En sus calles se notan su influencia francesa, china y del sudeste asiático. Gran parte de esto se puede ver sobre todo en la parte antigua de la ciudad.

Una de los lugares más visitados es el Mausoleo de Ho Chi Minh, donde se encuentra el líder revolucionario vietnamita embalsamado. Además, a su lado hay un museo repleto de afiches de la Vietnam comunista donde se puede hacer un grabado y, entre muchas obras, hay una exposición impactante del Guernica.

Muy cerca de este se encuentra el Palacio Presidencial de Hanoi, en el que la arquitectura francesa se puede ver en su máxima expresión.

La ciudad tiene muchos templos, pero sin duda el más bello fue el Templo de la Literatura. Es considerada la primera Universidad de Vietnam y en principio fue construida para reyes o figuras destacadas de la sociedad. Está formado por parques y edificios hermosos y fue construido a principios del siglo XI en honor a Confucio.

La ciudad tiene uno de los principales museos de la Guerra de Vietnam donde se puede conocer más de este atroz suceso. El otro más importante se encuentra en Ho Chi Minh.

Gran parte de la vida de la ciudad gira en torno al lago Hoam Kiem, donde vivimos una de las mejores experiencias viajeras. Estábamos sentados en el parque que rodea el lago y entre mate y mate escuchamos que gritan “Uruguayos, argentinos”. Pensando que era un compatriota giramos pero, para nuestra sorpresa, era un chico vietnamita que hablaba perfecto español. Juan es el nombre que le gustaba en español.

Él nos contó que decidió aprender por que le gustaba la música. Todo lo que sabía lo aprendió a través de YouTube y nos hizo algunas preguntas o dudas que tenía el lenguaje. La que siempre recordamos es: "¿Por qué al pez se le puede decir pez o pescado?". Nosotros le preguntamos muchísimo sobre la cultura Vietnamita: la guerra, la comida, los insultos (nos contó que "cara de perro" era el más agresivo y quería decir "cara de tonto"