Historia de Tomás Jofré

Antes de contar la historia, empecemos diciendo que el pueblo tiene el nombre original como: JORGE BORN, quien fue un inmigrante belga dedicado a la industria de cereales, además de ser dueño de una inmobiliaria La Franco Argentina donde en 1902 realizó un loteo de los terrenos actuales del pueblo. La pregunta es entonces… ¿Por qué se llama Tomás Jofré? Esto se debe a que toma el nombre de su estación de tren.
Tomas Jofre esta ubicado en Mercedes, Provincia de Buenos Aires. Es un pueblo que tiene 22 manzanas; Para localizarlo hay que centrarse en la ruta nacional 5 hasta Lujan y allí empalmar con la ruta 41 camino a General Las Heras. Fue en el año 1902 donde se comienzan a instalar las primeras familias, aunque recién el 24 de marzo de 1911 es la fecha oficial de fundación del pueblo. Su población actual es de aproximadamente 200 habitantes según el ultimo censo (2010).
Pero vayamos más atrás, específicamente al año 1905. Existió un Doctor llamado Tomas Jofré quien era abogado y legislador oriundo de San Juan, autor del código de procedimiento penal para Buenos Aires además de ser profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas en la Universidad de La Plata, que llegó a estos lugares y construye la actual estación junto con sus vías férreas. Además, realiza la delimitación del poblado. En 1930 fallece y los vecinos piden al Ministerio de Obras públicas que su nombre lleve la estación que se logró el 3 de agosto de 1931. En 1911, el gobernador Arias decide llamar al pueblo Jorge Born y la estación Tomás Jofre. Avanzamos en el tiempo, y nos situamos en 1948 donde Rolando Fronteras funda el primer almacén que actualmente es el comedor (hoy es considerado un emblema del lugar). Ya a fines del siglo XX, en 1990 por la privatización de los trenes, el pueblo queda en un estado de abandono total.
Como dato extra, fue el primer polo gastronómico de campo donde por ejemplo podrá degustar las picadas y conocer el sabor del salame Quintero, un producto único hecho de una receta de generación en generación. Además de sus construcciones antiguas y la amabilidad de sus pobladores que conservan las distintas tradiciones de sus antepasados que hacen de Jofré un pueblo muy cómodo para los visitantes que decidan conocerlo. Esto lo recalco ya que es el fuerte del lugar, si vas a Jofré es por su servicio de comidas y también a conocer la historia en primera persona. Tranquilamente el pueblo se puede recorrer en un solo día ya que no es grande, es ideal para pasar un domingo en familia y alejarse de los ruidos molestos de las ciudades y renovarse completamente.